Vivimos tiempos donde la mentira se disfraza de libertad, el pecado de progreso, y la oscuridad de iluminación.
En este contexto, la Hermandad Christiana surge como un estandarte de fidelidad, resistencia y verdad.
No fuimos formados por estructuras humanas, sino por un llamado espiritual.
No servimos a ideologías ni a instituciones, sino al Rey de reyes.
Exaltar la soberanía de Jesucristo como Alfa y Omega, Señor absoluto y Rey eterno
Proclamar la Verdad del Evangelio en todo tiempo y lugar
Reunir a los fieles que aún no se han doblado ante el sistema del mundo
Resistir con discernimiento espiritual las ideologías y alianzas que niegan a Cristo
Formar guerreros de oración, vigilancia y consagración
Avanzar con el Reino de Dios en todas las esferas de la vida
Somos soldados del Reino.
Firmes en la fe. Movidos por el Espíritu. Guiados por la Palabra.
"El Reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder."
— 1 Corintios 4:20